De las numerosas obras inspiradas en la Narración de Arthur Gordon Pym de Edgar Allan Poe, sólo Un Extraño descubrimiento de Charles Romyn Dake y La esfinge de los hielos de Julio Verne
pueden considerarse sus “secuelas” directas, y esto por narrar lo que
Pym y Peters vivieron a partir del momento en que, llevados por una
rápida corriente oceánica, se precipitan en la sima que se abrió para
recibirlos y la gran figura blanca aparece en su camino…
El narrador de Un Extraño descubrimiento, durante una visita a la ciudad de Bellevue (Illinois), traba conocimiento con dos médicos locales, uno de los cuales asiste en su lecho de muerte a Dirk Peters, el viejo camarada de Pym. El narrador y el más joven de los dos médicos se ganan la confianza del enfermo, y éste relata sus aventuras en compañía de Pym después de atravesar la cortina blanca.
Todos los ingredientes de la novela de “razas perdidas” inaugurados por H. Rider Haggard están presentes: Hili-li –el fabuloso reino perdido entre los hielos antárticos–, la hermosísima dama Lilama y el sabio inmortal Masusælili, los actos desesperados y heroicos de Arthur Gordon Pym y su protector Dirk Peters y su posterior expulsión del edén austral... El autor introduce además dos temas originales: el descubrimiento del “diario perdido” de Sir Francis Drake, y el mito de la “Ciudad Encantada de los Césares” donde “todo es oro, plata y piedras preciosas y nada puede igualar a la felicidad de sus habitantes, que no tienen que trabajar para satisfacer las necesidades de la vida, ni están sujetos a las miserias y dolores que afligen al común de los mortales”.
En palabras de Lloyd W. Currey: “Un extraño descubrimiento puede ser vista como una eficaz continuación o finalización de la Narración de Poe”.
El narrador de Un Extraño descubrimiento, durante una visita a la ciudad de Bellevue (Illinois), traba conocimiento con dos médicos locales, uno de los cuales asiste en su lecho de muerte a Dirk Peters, el viejo camarada de Pym. El narrador y el más joven de los dos médicos se ganan la confianza del enfermo, y éste relata sus aventuras en compañía de Pym después de atravesar la cortina blanca.
Todos los ingredientes de la novela de “razas perdidas” inaugurados por H. Rider Haggard están presentes: Hili-li –el fabuloso reino perdido entre los hielos antárticos–, la hermosísima dama Lilama y el sabio inmortal Masusælili, los actos desesperados y heroicos de Arthur Gordon Pym y su protector Dirk Peters y su posterior expulsión del edén austral... El autor introduce además dos temas originales: el descubrimiento del “diario perdido” de Sir Francis Drake, y el mito de la “Ciudad Encantada de los Césares” donde “todo es oro, plata y piedras preciosas y nada puede igualar a la felicidad de sus habitantes, que no tienen que trabajar para satisfacer las necesidades de la vida, ni están sujetos a las miserias y dolores que afligen al común de los mortales”.
En palabras de Lloyd W. Currey: “Un extraño descubrimiento puede ser vista como una eficaz continuación o finalización de la Narración de Poe”.
Charles Romeyn Dake (1849-1899) ejerció la medicina en Belleville, Illinois. Articulista, escritor —firmó sus trabajos literarios como Charles «Romyn» Dake— y, a partir de 1893, editor de la revista Homeopathic News.
A principios de 1899 se quitó la vida tras serle diagnosticado un
cáncer de pulmón. Tuvo dos hijas y al menos una nieta. Su padre y su tío
fueron conocidos homeópatas en Nashville (Tennessee).
Fue autor de Un extraño descubrimiento y de dos novelas cortas: The limits of imagination y The death and resurrection of Gerald Deane, ambas publicadas en la revista Homeopathic News en los números de diciembre de 1892 y mayo de 1893, respectivamente.
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