Comunicado de Javier Negrete:
"Como sabréis, hace ya unos meses anunciamos la publicación en octubre de "El sueño de los dioses", como tercera y última parte de la saga de Tramórea.
En realidad, durante el año anterior había comentado en diversos foros y encuentros que mi intención era terminar la serie con dos novelas más. Sin embargo, a finales de 2009 decidí, de acuerdo con la editorial Minotauro, que esas dos novelas se reducirían a una. Aunque más de una vez había preguntado públicamente “Pero ¿quién demonios ha dicho que va a ser una trilogía?”, y aseguraba que escribiría cuatro, cinco, siete libros o los que fueran, cualquier cifra menos tres…, al final me vi ante la perspectiva de cerrar una trilogía, la que parece ser la forma canónica de cualquier serie de fantasía épica.
El problema es que las ideas argumentales son como archivos comprimidos en .zip. En la mente, mientras permanecen en el nivel de la abstracción, ocupan poco sitio. Pero luego, al trasladarlos a la pantalla, se despliegan e invaden mucho más espacio. No estoy hablando de “enrollarse”, defecto en el que a menudo caemos los escritores. ¿Por qué descomprimimos estos archivos mentales? En primer lugar, hay que desarrollar los personajes para que los lectores se involucren emocionalmente con ellos, y eso requiere tiempo. Por otra parte, cada escena debe estar llena de detalles concretos, de modo que podamos sumergirnos en ella. No vale decir “un bosque siniestro”, por ejemplo. Hay que hacer sentir esa atmósfera, y para eso hay que plasmar olores, texturas, sonidos. En cierto modo, los escritores tenemos que crear un 3D. Y eso exige espacio, como lo exigen los diálogos, los puntos de giro inesperado, las escenas de acción y las batallas si realmente queremos que impacten, etc.
Además, El sueño de los dioses es continuación de El espíritu del mago, una novela en la que aparecían muchos personajes. Algunos han desaparecido, pero también intervienen otros nuevos —los propios dioses, sin ir más lejos—. Conforme avanzaba en la escritura, me di cuenta de que la trama, o más bien la suma de tramas, pedía bastante más de las 600 páginas que había planeado. Se trata de responder muchas preguntas planteadas en las dos novelas previas, más otras que surgen en El sueño de los dioses.
Finalmente, comprendí que la historia pedía más tiempo y más páginas. Pese al agotamiento del que hablaba, lo cierto es que me daba pena despedirme de Tramórea. De modo que cuando decidí escribir una cuarta novela —aunque eso me supone más trabajo, más tensión y comprimir en el tiempo otros proyectos—, y la editorial Minotauro aceptó mi propuesta, sentí alivio y también alegría. Alivio, porque me estaba dando cuenta de que necesitaba desarrollar más el desenlace, y el final de la serie quedaría mucho mejor así. Alegría, porque podía disfrutar unas semanas más conviviendo con personajes que, después de estos años, son mis familiares y amigos.
Ahora, el 26 de octubre, se publicará El sueño de los dioses. Mientras el libro está en la imprenta, sigo trabajando en la cuarta parte —y última, esta vez sí—. Debo añadir que, así como La Espada de Fuego y El espíritu del mago son novelas prácticamente independientes, El sueño de los dioses y El corazón de Tramórea forman una unidad clara.
En cualquier caso, la espera no será tan larga como en el pasado: El corazón de Tramórea saldrá a la venta en mayo de 2011, así que espero que mis lectores no se impacienten demasiado. Y, sobre todo, que disfruten con la lectura de ambos libros tanto como yo he disfrutado —y estoy disfrutando— escribiéndolos."
Javier Negrete
Este mes se pone a la venta el tercer volumen:
Tras La Espada de Fuego y El espíritu del mago, llega el esperado desenlace de la saga de Tramórea. Acompaña a Derguín y Kratos en la batalla final contra las fuerzas del dios loco Tubilok y descubre los secretos que se ocultan en las tres lunas y en las entrañas de Tramórea.
En un remoto pasado, el dios Tubilok exploró las dimensiones del tiempo y el espacio, y en su busca del poder y el conocimiento absolutos perdió la razón. Durante siglos ha dormido fundido en la roca, pero ahora despierta de su sueño milenario, dispuesto a aniquilar a la humanidad y sembrar la locura y la destrucción por las tierras de Tramórea. Voluntariamente o por la fuerza, el resto de los dioses lo acompañan en su demencial cruzada.
Sólo quedan tres magos Kalagorinôr, «los que esperan a los dioses». Para enfrentarse a la amenaza necesitarán la ayuda de los grandes maestros de la espada. Esta vez, Derguín y Kratos tendrán que llevar la guerra a escenarios insospechados. Al hacerlo desvelarán su pasado y nuestro futuro, y descubrirán los secretos que se ocultan en las tres lunas y en las entrañas de Tramórea.
Mil años después de ser forjada, la Espada de Fuego se enfrenta a su batalla decisiva. Pero el arma del Zemalnit no estará sola… Negrete demuestra una vez más su talento para la fantasía épica.
"Como sabréis, hace ya unos meses anunciamos la publicación en octubre de "El sueño de los dioses", como tercera y última parte de la saga de Tramórea.
En realidad, durante el año anterior había comentado en diversos foros y encuentros que mi intención era terminar la serie con dos novelas más. Sin embargo, a finales de 2009 decidí, de acuerdo con la editorial Minotauro, que esas dos novelas se reducirían a una. Aunque más de una vez había preguntado públicamente “Pero ¿quién demonios ha dicho que va a ser una trilogía?”, y aseguraba que escribiría cuatro, cinco, siete libros o los que fueran, cualquier cifra menos tres…, al final me vi ante la perspectiva de cerrar una trilogía, la que parece ser la forma canónica de cualquier serie de fantasía épica.
El problema es que las ideas argumentales son como archivos comprimidos en .zip. En la mente, mientras permanecen en el nivel de la abstracción, ocupan poco sitio. Pero luego, al trasladarlos a la pantalla, se despliegan e invaden mucho más espacio. No estoy hablando de “enrollarse”, defecto en el que a menudo caemos los escritores. ¿Por qué descomprimimos estos archivos mentales? En primer lugar, hay que desarrollar los personajes para que los lectores se involucren emocionalmente con ellos, y eso requiere tiempo. Por otra parte, cada escena debe estar llena de detalles concretos, de modo que podamos sumergirnos en ella. No vale decir “un bosque siniestro”, por ejemplo. Hay que hacer sentir esa atmósfera, y para eso hay que plasmar olores, texturas, sonidos. En cierto modo, los escritores tenemos que crear un 3D. Y eso exige espacio, como lo exigen los diálogos, los puntos de giro inesperado, las escenas de acción y las batallas si realmente queremos que impacten, etc.
Además, El sueño de los dioses es continuación de El espíritu del mago, una novela en la que aparecían muchos personajes. Algunos han desaparecido, pero también intervienen otros nuevos —los propios dioses, sin ir más lejos—. Conforme avanzaba en la escritura, me di cuenta de que la trama, o más bien la suma de tramas, pedía bastante más de las 600 páginas que había planeado. Se trata de responder muchas preguntas planteadas en las dos novelas previas, más otras que surgen en El sueño de los dioses.
Finalmente, comprendí que la historia pedía más tiempo y más páginas. Pese al agotamiento del que hablaba, lo cierto es que me daba pena despedirme de Tramórea. De modo que cuando decidí escribir una cuarta novela —aunque eso me supone más trabajo, más tensión y comprimir en el tiempo otros proyectos—, y la editorial Minotauro aceptó mi propuesta, sentí alivio y también alegría. Alivio, porque me estaba dando cuenta de que necesitaba desarrollar más el desenlace, y el final de la serie quedaría mucho mejor así. Alegría, porque podía disfrutar unas semanas más conviviendo con personajes que, después de estos años, son mis familiares y amigos.
Ahora, el 26 de octubre, se publicará El sueño de los dioses. Mientras el libro está en la imprenta, sigo trabajando en la cuarta parte —y última, esta vez sí—. Debo añadir que, así como La Espada de Fuego y El espíritu del mago son novelas prácticamente independientes, El sueño de los dioses y El corazón de Tramórea forman una unidad clara.
En cualquier caso, la espera no será tan larga como en el pasado: El corazón de Tramórea saldrá a la venta en mayo de 2011, así que espero que mis lectores no se impacienten demasiado. Y, sobre todo, que disfruten con la lectura de ambos libros tanto como yo he disfrutado —y estoy disfrutando— escribiéndolos."
Javier Negrete
Este mes se pone a la venta el tercer volumen:
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En un remoto pasado, el dios Tubilok exploró las dimensiones del tiempo y el espacio, y en su busca del poder y el conocimiento absolutos perdió la razón. Durante siglos ha dormido fundido en la roca, pero ahora despierta de su sueño milenario, dispuesto a aniquilar a la humanidad y sembrar la locura y la destrucción por las tierras de Tramórea. Voluntariamente o por la fuerza, el resto de los dioses lo acompañan en su demencial cruzada.
Sólo quedan tres magos Kalagorinôr, «los que esperan a los dioses». Para enfrentarse a la amenaza necesitarán la ayuda de los grandes maestros de la espada. Esta vez, Derguín y Kratos tendrán que llevar la guerra a escenarios insospechados. Al hacerlo desvelarán su pasado y nuestro futuro, y descubrirán los secretos que se ocultan en las tres lunas y en las entrañas de Tramórea.
Mil años después de ser forjada, la Espada de Fuego se enfrenta a su batalla decisiva. Pero el arma del Zemalnit no estará sola… Negrete demuestra una vez más su talento para la fantasía épica.
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