Booket publica el título de Philip
K. Dick que inspiró Blade
Runner cuando se cumplen
30 años de la muerte del escritor.
La nueva edición llega a las librerías
justo cuando la productora de Blade Runner ha anunciado que está preparando
la secuela
de la exitosa película
de la exitosa película
Cuando se cumplen 30 años de la muerte
de Philip K.Dick, autor de la novela que inspiró la película Blade Runner,
el sello de bolsillo Booket acaba de publicar una nueva versión de la novela
en la que se basó la película Blade
Runner.
La publicación de esta nueva edición
coincide, además, con el anuncio que han hecho los producto res de la película
acaban de anunciar que ya están preparando la secuela y que esta se ambientarás
varios años después del momento en el que transcurre "Blade Runner".Su
título original ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, clásico
de la ciencia ficción, se publicó por primera vez en el año de 1968 y ahora
llega al sello Booket con una imagen renovada y coincidiendo con el 30
aniversario de la muerte de Philip K. Dick.
La película se estrenó en 1982, fue
dirigida por Ridley Scott y protagonizada por Harrison Ford y sin duda
se ha convertido en un clásico de la ciencia ficción cinematográfica.
Para algunos
Philip K. Dick
no es más que el nombre de un escritor
de ciencia ficción, cuyas obras inspiraron
las películas Blade Runner, Desafío Total y Minority Report.
Sin embargo, para otros es, más allá de las barreras del género, uno de
los autores esenciales del siglo XX. Y, para unos pocos, el agente de una
auténtica revelación.
Este año se cumple el 30 aniversario
de la muerte de Philip
K. Dick 1928 – 1982
Philip y su hermana melliza Jane nacieron
prematuros el 16 de diciembre de 1928 en Chicago. La poca leche que la
madre podía ofrecer a los bebés, la ignorancia y la falta de asesoramiento
médico o familiar hicieron que Jane muriera un mes y diez días después.
Los Dick enterraron a la pequeña en el cementerio de Fort Morgan.
En la lápida grabaron el nombre de la niña y las fechas de nacimiento y
muerte, pero también grabaron el nombre de su hermano, con la fecha de
nacimiento, un guión y un espacio en blanco. Poco tiempo después la familia
se trasladó a California, donde Philip residió la mayor parte de su vida.
Escritor precoz, empezó a dedicarse a ello profesionalmente en
1952.
En los años sesenta la duda existencial
que marcó su vida y su obra («¿qué es lo real?») lo llevó a un encuentro
con las drogas. Se convirtió en un apóstol del LSD, un gurú de la contracultura.
Sus obras, novelas que se mueven en el estrecho filo entre la revelación
y la locura, fueron la Biblia psicodélica de toda una generación. Dick
llegó a publicar un total de treinta y seis novelas y cinco colecciones
de relatos a lo largo de su vida.
En 1962 ganó el premio Hugo a la mejor
novela con El hombre en el castillo, y en 1975, el premio John W. Campbell
Memorial a la mejor novela con Fluyan mis lágrimas, dijo el policía.
El 2 de marzo de 1982 Philip K. Dick
murió en un hospital de Santa Ana (California). Su padre llevó el cuerpo
hasta Fort Morgan (Colorado), donde un lugar lo aguardaba desde hacía cincuenta
y tres años. Sólo hubo que grabar la fecha de su muerte en la lápida.
Dick
y el cine
Gracias a sus obras muchos escritores
logran perpetuarse en el tiempo y el espacio después de su muerte. Así
ocurre con la obra de Philip
K. Dick, cuya salud desafía a
diario el paso de los años. La clave del éxito radica, sin duda, en la
calidad literaria y la capacidad de sus historias para no envejecer. El
hecho de que el cine haya escogido en varias ocasiones novelas y relatos
suyos para adaptarlos a la gran pantalla lo demuestra. Y sin embargo, Dick
solamente llegó a ver la adaptación de uno de sus relatos para la televisión
y algunas escenas de Blade
Runner, que se estrenó cuatro
meses después de su muerte. Paradójicamente fue esta última la que le abrió
a Dick las puertas del gran público.
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